20/2/24

Hubo otra lluvia

Ph jmp / City Bell



          Hubo otra lluvia. Más densa, más oscura, más ruidosa. En esa lluvia, fuerte, temerosa, nos amamos. (¿Te acordás?). No era una lluvia como la de hoy, era esa otra lluvia donde el sol estaba en los cuerpos, crujían, uno dentro del otro, se movían aún en la estrechez del lugar, giraban, en la humedad de los dos, hasta mojarnos, hasta decir sí, te espero, esperame. 


/
¿20 de febrero de 2016? / 

21/9/23

FESTIVAL BONAERENSE DE POESÍA 2023


Lectura en la inauguración del primer FESTIVAL BONAERENSE DE POESÍA / 
Plaza Paseo del Bosque (La Gruta), sábado 16 de septiembre de 2023 /


FESTIVAL BONAERENSE DE POESÍA 2023

Rafael Felipe Oteriño, Jose María Pallaoro, Griselda Eustratenko, Julián Axat 


LECTURAS: 
Griselda Eustratenko, Rafael Felipe Oteriño, Jose María Pallaoro, César Cantoni, Sara Bosoer, 
Martín Raninqueo, Celeste Gauchat, Emiliano Cruz Luna, Guido Schiano / 

Griselda Eustratenko, Rafael Felipe Oteriño, Jose María Pallaoro, César Cantoni, Sara Bosoer, Martín Raninqueo, Celeste Gauchat, Emiliano Cruz Luna, Guido Schiano y Julián Axa



1º Festival Bonaerense de Poesía
16 y 17 de septiembre de 2023
en el Teatro Argentino de La Plata y el Paseo del Bosque de La Plata
Organizado por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires


Rafael Felipe Oteriño, Jose María Pallaoro, Griselda Eustratenko, Julián Axat



Fotos: Ilse Rodríguez y María Soledad Gutierrez Eguía / 
Filmación: María Soledad Gutierrez Eguía / 



9/9/23

ALGUNA VEZ TOCA



FESTIVAL BONAERENSE DE POESÍA 



Sábado 16 de septiembre de 11 a 12:30 horas / Plaza Paseo del Bosque (La gruta) / 
Homenaje a poetas platenses fallecidos, creo que son más de 20 los elegidos / 

Algunos, que aún rondamos por acá, fuimos convocados para leer un texto / 

Gracias / 


28/3/23

LA PULSEADA entrevista a JOSÉ MARÍA PALLAORO



REVISTA LA PULSEADA Política Sociedad Cultura Deportes 
AÑO 6 NÚMERO 56 DICIEMBRE DE 2007 



(Sigo encontrando material en cajas, biblioratos, carpetas… Comparto esta entrevista que me realizó Josefina López Mac Kenzie para la revista LA PULSEADA, en su número 56 de diciembre de 2007.) 

¿Cuándo, cómo y por qué surgieron El espiniyo y Libros de la talita dorada?

     Siempre tuve interés por las revistas y los libros. De chico era un ávido lector de historietas, las coleccionaba, llegué a tener cientos de ellas. Hasta que hubo un quiebre, pasé de las historietas a los libros, esto habrá sido alrededor de mis 13 o 14 años. Paralelamente estaba mi amor por la música. Mi hermano mayor (Hugo) me lleva 11 años, así que a mis 8 o 9 años ya escuchaba a Los Beatles, Creedence Clearwater Revival, José Larralde, Los Gatos, Almendra, Manal, Serrat, Los abuelos de la nada, Moris, Bob Dylan, Rolling Stones… Y descubrí la poesía. Y comencé a escribir poemas (o textos que intentaban ser poemas). Nunca llevé un Diario, sí cuadernos donde escribía letras o canciones que cantaba en soledad (nunca aprendí a tocar ningún instrumento). Algunos de esos textos formaron parte de mi primer libro El viaje circular, son escritos que abarcan el período 1973-1980, es decir, entre mis 14 y 21 años. 


     Hubo un momento que tuve necesidad de comenzar a mostrar mis cosas y también todo ese mundo que me fue maravillando durante años y que tenía necesidad de compartir. Ya tenía una biblioteca, una discoteca, una pequeña hemeroteca, muchas horas de lecturas y escuchas de música de todo tipo. Comencé a hacer radio, siempre programas culturales (literatura, poesía, música, cine, mechado con los acontecimientos culturales, sociales y políticos que nos tocó vivir). Nace también la idea de hacer una revista, tuve varios intentos que se frustraron (no eran revistas de poesía exclusivamente, yo las denominaba eco-culturales). Comienzo a hacer cursos de encuadernación, diseño gráfico, incluso estuve un tiempo en la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo cursando “Diseño gráfico artístico” y “Periodismo”. Mis primeros trabajos fueron artesanales: cuadernos, plaquetas y libros de poesía. Si bien estaba la idea de hacer una revista lo primero que surge fue la editorial Libros de la talita dorada (que al comienzo era simplemente: “de la talita dorada”. Según el formato que tuviese era “Cuadernos de la talita dorada”, “Plaquetas de la talita dorada”, etc.). Conocí al poeta Mario Porro de quien me hice amigo. Fue mi maestro. Yo ya tenía publicados dos libros de poemas (el segundo es Pájaros cubiertos de ceniza). Tuvimos un intento de hacer una revista de poesía pero no pudimos lograrlo. Poco tiempo después murió. También había tomado contacto con el poeta Néstor Mux, nos hicimos amigos. Él hacía mucho tiempo que había dejado de escribir. Yo era su lector desde los 15 años, es uno de mis poetas “preferidos” (al igual que Mario). Nos juntábamos regularmente en casa a charlar de literatura, poesía, política, las cosas de la vida. 
     Quería convencerlo de trabajar en algún proyecto juntos, y surge la idea de preparar la antología Naranjos de fascinante música: poesía contemporánea de amor en La Plata. Y la hicimos. Fue un trabajo muy lindo, sobre todo los encuentros, la lectura de poemas, la selección de textos… Me parece que fue un trabajo que aún no se ha reconocido. Lo hicimos con mucho cariño hacia nuestra ciudad, fue como un pequeño regalo que quisimos hacerle (yo nací en La Plata, pero para ser sincero mi lugar en el mundo es City Bell, donde siempre viví, sobre todo el City Bell de mi infancia). Luego de la antología Néstor retoma la escritura y publicamos su Papeles a consideración, un hermoso libro. En ese momento me operan del corazón, y como seguí respirando me dije que ya no podía esperar más tiempo. Me interiorizo de los costos de hacer una revista. Veo que es factible y trato de embarcarlo a Mux en el proyecto. Y armamos la balsa: El espiniyo. El nombre de la revista surge de un hermoso poema de Edgar Bayley (que está como editorial del número 1) y también tiene que ver, al igual que Los Talas, con árboles y plantas autóctonos de nuestra región. Con Mux compartimos el gusto de muchos poetas (Joaquín Giannuzzi, Raúl Gustavo Aguirre, Francisco Urondo, Pavese, Ungaretti, Paul Eluard, muchos) y la lectura de poemas concisos, conceptuales, emotivos y claros (Bayley tiene un bello poema llamado “La claridad”). Admiramos a Sartre, a Camus.

     Juan Gelman decía que un poema sin ojos no puede cruzar la calle. Nosotros desde El espiniyo intentamos abrir los ojos para que juntos podamos cruzar la calle de nuestros sueños, deseos y pasiones, dibujando soles para poder ver el día.

¿Son proyectos vinculados a dificultades para la producción y difusión de la poesía en las condiciones imperantes en el mercado u obedecieron a un interés independiente de ello?

     Ambas cosas. Estamos fuera del “mercado” editorial. La verdad es que no sé muy bien cómo es ese tema. Nosotros somos escritores, poetas, puestos a editar. Lo que hacemos nunca va a estar en las listas de best sellers, sean estas ciertas o ficticias.

En El espiniyo n° 1 le preguntás a Horacio Preler: "¿Tiene sentido seguir escribiendo poesía en pleno sXXI?". ¿Lo tiene para vos (porque supongo que no vivís de la poesía ni de la revista), escribir y sostener dos espacios gráficos dedicados a la poesía, en un contexto social en el cual: el mercado editorial no se diferencia demasiado de las grandes cadenas de hipermercados, el soporte virtual -blogs- se posiciona cada vez más como un espacio alternativo donde publicar poesía, se dice que se lee poco en general y que se lee poca poesía? 

     Siempre va a tener sentido seguir escribiendo y, sobre todo, seguir leyendo poemas. La poesía no tiene fecha de vencimiento. Parafraseando a Miguel Ángel Bustos: “La poesía dibuja soles para que uno pueda ver el día.”

     Te vuelvo a decir que estamos fuera del mercado. Quizás por desconocimiento, desinterés, no sé. No se puede estar en todas las cosas. No somos una empresa para hacer dinero. Somos poetas puestos en el rol de divulgadores. ¿Cuántas revistas de poesía hay en el país? No tantas como las que debiera. ¿Cuántas hay en La Plata? Creo que somos la única. Sí hay, por suerte, pequeñas editoriales que editan lo que el mercado descarta. Al mercado editorial no le interesa la cultura. Prefieren publicar un solo libro y venderlo como si fuera pochocho. Pero lo mismo ocurre con la prensa cuya función central debiera servir al interés público, a la gente, y no convertirse en una empresa económica para sólo obtener ganancias. Pero las cosas están dadas así. Y nosotros intentamos dar nuestra pequeña batalla.

     Cualquier soporte para difundir cultura, ideas, arte, es bienvenido. Pero en lo personal prefiero el libro como objeto, la revista, será una cuestión generacional, no sé.

     Bueno, no soy quién para determinar si se lee poco o mucho (por el tema de los soportes de los que vos hablabas). Lo que es claro es que se leen pocos libros (de lo que sea, pero sobre todo de literatura y también poesía, simplemente hay que ver las tiradas de hoy en día, un libro que vende 1000 0 2000 ejemplares ya es un best seller). Sería interesante saber, por ejemplo, cuál es la tirada del diario Clarín y la de su revista cultural Ñ para saber qué interés hay por la “cultura”. En los últimos 30 años el país se vino a pique, y en todos los sentidos. Va a costar remontarlo de vuelta, pero esa ya es una cuestión nuestra, de nuestra lucha individual y comunitaria. Desde la revista y los libros intentamos dar un pequeño aporte. Me gusta decir que El espiniyo y Libros de la talita dorada es un espacio de lucha y reflexión. Otros lo hacen desde los DDHH, la fábrica, la universidad, el sindicato, la calle, de montones de lugares, nosotros lo hacemos desde la publicación de una revista de poesía y desde la edición de libros que consideramos necesarios.

La revista te permite darle visibilidad a un género al que le cuesta ganársela, lograr un enlace con una comunidad de lectores, golpearles la puerta a lectores no habituales y abrírselas a poetas inéditos. ¿Qué notás que vas recogiendo de todo eso en el camino desde que comenzaste con la revista?

     Amistad y agradecimiento. Y es recíproco. Nuestros lectores y colaboradores son los verdaderos hacedores de la revista, y dan vida a las diferentes secciones: Libros, ensayos, artículos, poemas inéditos, señales de vida, todo material que nos va llegando y vamos dando a conocer. Es el camino que elegimos. No sé si es el mejor o el peor. Es el elegido.

¿Sentís que sacar adelante la revista aún es "meterse en un lío" y "una aventura"?

     Lo de “meterse en un lío” es una idea de Néstor Mux. Y algo de eso hay. Pero ese lío no tiene que ver con la “poesía”. El lío en todo caso es el armado de la revista, conseguir el dinero para la edición, la distribución, el trabajo agotador con los medios que generalmente no tienen interés por la cultura. Por supuesto hay honrosas excepciones, y nosotros agradecidos.
     En cuanto si hacer la revista es una aventura, te digo que sí: es una hermosa aventura.

¿De qué vivís?

      Bueno, si te referís a si vivo de la venta de la revista o de los libros la respuesta es: No. Tengo un trabajo que me permite pagar las cuentas del diario vivir y ahorrar un poco para ir sacando cuando se puede la revista. Prácticamente no tenemos ningún tipo de apoyo económico, salvo algunos amigos que colaboran comprando anticipadamente un número x de revistas que luego regalan o distribuyen a piacere. Los colaboradores tampoco reciben dinero alguno. Trabajan para sacar esta idea adelante.

"No se consume poesía y que el género está devaluado": ¿Mito o realidad?

     Lo que está devaluado es el país, el planeta. Hay carencia de valores. No se puede “consumir” lo que se desconoce. Además la poesía la podés encontrar en otros lugares, en una canción, por ejemplo.

¿Existe un ida y vuelta, espacios de encuentro, intercambio y debate entre autores en La Plata?

     Soy bastante ermitaño, de salir poco, y además trabajo mucho. No soy de hacer muchas sociales. Tengo entendido que en La Plata hay algunos lugares donde se leen poemas. 
     En cuanto al tema del debate te diría que no. En La Plata no hay debate. Posiblemente ocurra en la mayoría de los campos. Sí sé que hay algunos autores que se reúnen a tomar el té y a charlar de sus cosas. Habría que ver también qué es lo que ocurre en los talleres de escritura, en la universidad y en otros ámbitos, pero yo lo desconozco. En todo caso si hay algún tipo de debate este no sale a la luz.

¿Creés que los medios tradicionales -radio, TV, revistas, diarios- contemplan un espacio suficiente para la poesía?

     Bueno, no tengo conocimiento de todo lo que se hace. Por supuesto que hay periodistas y escritores que desde ciertos medios y espacios comprometidos difunden poesía. Pero no son la mayoría. Igual te repito: los medios, en general, son empresas para ganar dinero. Y la poesía no se vende,… porque la poesía no se vende. 
     En los últimos tiempos ha aparecido desde la TV estatal un canal a destacar: “Encuentro”, en general con una programación maravillosa. También hay programas de radios maravillosos. Son oasis en un desierto de estupidez.

¿Existe una política cultural local, provincial y nacional que contemple la producción, circulación y traducción de poesía, para darles una mano a los autores jóvenes o a los poetas independientes? ¿Debería existir / cambiar, o se puede prescindir de ella?

     Te puedo hablar de lo que ocurre en La Plata. Y no hay apoyo de ningún tipo. A mí nunca me respondieron las cartas que he enviado. La Municipalidad de La Plata tiene una editorial y algunas cosas se han publicado pero me parece que más por una cuestión política, electoralista. Hay personas (y pienso que las debe seguir habiendo) en puestos no demasiados relevantes que han intentado hacer cosas, pero ocurre lo de siempre, cuando ven que no pueden hacer nada, se van. Y los que se quedan simplemente están para percibir un sueldo.
     Por supuesto que debería existir apoyo oficial sin ningún condicionamiento.
     Hasta el momento nosotros podemos prescindir de ella. ¡Y lo bien que hacemos!

Se dice que una editorial de las “grandes” le paga más o menos un máximo de 4 mil pesos a un escritor, joven o más o menos, en concepto de anticipo a cuenta de derechos de autor de un libro. Si suponemos que a ese autor le llevó 4 años escribir la obra, sus ganancias son muy magras… Además, la concentración del negocio editorial en pocas manos hace que sean esos colosos quienes, con publicidad y crítica, gesten la fama, las ventas, y “categoricen” a los escritores en el mercado. En El espiniyo vas un poco contra esta corriente al publicar, por ejemplo, poemas inéditos. ¿Qué ventajas o posibilidades brinda Libros de la talita dorada en este sentido? ¿Cómo tiene que hacer un autor joven que quiere aparecer en la revista o tener un libro publicado?

     Casi todo lo que se publica en la revista es inédito: las entrevistas, los comentarios de libros, los ensayos, los artículos, las traducciones, etc. Un autor, joven o no, para aparecer en la revista simplemente tiene que enviarnos su material. Lo que pasa es que con dos números anuales no podemos hacer milagros…, y sí hacer una selección de lo recibido.
     Ahora sacamos una nueva colección de poesía y dentro de poco aparece una colección de narrativa.
     En cuanto a la editorial Libros de la talita dorada desgraciadamente es el autor quien debe costearse su libro, en todo caso le va a salir mucho más barato que si lo hace en una editorial comercial ya que nosotros no tenemos fines de lucro.

¿Tenés aún el programa de radio? ¿Por qué lo hacés?

     No. En este momento no tengo ningún programa de radio, aunque colaboro con columnitas de literatura y música en programas de periodistas amigos. La radio es el medio que más me gusta. Me encanta hacer radio pero en este momento no tengo tiempo físico para hacer algo digno, preparado, como en su momento lo fue “La máquina del tiempo”, “En la vereda del sol”, “Mariposas de madera” y “La talita”. Ahora que me hacés la pregunta me vinieron las ganas de hacer algo. Vamos a pensarlo un poco.

¿Experimentaste con la publicación de poesía en soporte virtual? ¿Por qué?

     No. Si bien hay cosas que me han publicado. Es una deuda que tenemos. La verdad es que desconozco el tema. José Miguel Lanzilotta (un amigo y arquitecto muy reconocido en La Plata que se encarga del diseño de la revista) está trabajando en eso. 

¿Calma el verso tanto dolor social? ¿Enciende la memoria?

     Creo que la poesía no está para calmar dolores. Aunque John Cheever, a veces creo que irónicamente, escribió en su Diario que un bello pasaje en prosa puede curar no sólo la depresión sino también la sinusitis. Entonces, pensándolo bien, si la prosa puede hacer eso, la poesía es el mayor de los remedios. En todo caso, un poeta es un hombre peligroso ya que nos habla de las cosas que inquietan, como decía Juanele Ortiz.

¿Para quiénes escribís?

     Para mí y para todos aquellos que saben que hay otro mundo, y que ese mundo está por acá nomás. Al menos lo intento.

10/3/23

MIS POETAS CONTEMPORÁNEOS entrevista a José María Pallaoro

Pallaoro en Casa Roja / Taller La Plata



¿Qué es para usted la poesía?

     Vivimos ensayando definiciones sobre qué es la poesía. En muchos textos caí en la tentación de hurgar en esa búsqueda. 
     Gelman, cito de memoria, escribe que la poesía es un árbol sin hojas que da sombra. 
     Saer inicia por la negativa, dice que la poesía no es un río majestuoso y fértil. Y luego afirma: (la poesía) es una piedra firme en medio de la corriente que se deja pulir por el agua. 
     Hay hermosas definiciones. En todas, vislumbramos algo de claridad. 

     Tal vez el poema sea
un campo dorado
a la espera
de la lluvia

Y del viento
que mece 
los árboles

donde descansan
los pájaros
de nuestra memoria

Pallaoro circa 1975
¿Podría usted contarnos  un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

     Soy segunda generación de inmigrantes. Quisiera recordarlos, homenajearlos. 
     Mis abuelos paternos, Luigi Pallaoro y Amalia Passamani, son originarios de Pizzo y Panarotta, dos aldeas de Levico y Barco, pequeños pueblos tallados en las montañas de la provincia de Trento, en Val Sugana, al pie del río Brenta; nacieron bajo el imperio austrohúngaro. Luigi (1881-1925) llegó a nuestro país en 1896, a la edad de quince años. Amalia (1881-1981) en 1911. Se casan y tienen ocho hijos (hay mellizos y gemelos). Mi padre, Nerino, es el séptimo. Se radican primero en la provincia de Entre Ríos donde nacen todos sus hijos. En 1923 se trasladaron definitivamente a la provincia de Chaco, a “Pampa La Porteña”, en Corzuela; fueron los primeros tiroleses -trentinos- que poblaron el lugar. La chacra de mi Nona se convirtió en refugio y protección para muchos emigrantes que recibieron ayuda material y espiritual. Siguen siendo recordados por los hijos y nietos de los primeros emigrantes. Los padres de mi abuelo Luigi se llamaban Maria Paoli y Luigi Pallaoro; los padres de mi abuela Amalia, Angelica Petri y Giovanni Passamani. 
     Mis abuelos maternos, José María Cruz y María Dolores Tapia, españoles. José María nació, quizás, en Urrácal, Almería, el 29 de junio de 1896 y murió en City Bell el 5 de febrero de 1966. María Dolores Tapia nació en Olula del Río, Almería el 8 de junio de 1902 y murió en City Bell el 7 de febrero de 1978. Se casaron en 1915, ella con 13 años y él con 19. Tuvieron en 1918 un hijo en España llamado Francisco. Viajaron a Argentina en 1918 o 1919. No sé si mi abuelo y bisabuelos maternos (Alfredo Tapia y Adoración Antonia García) lo hicieron con anterioridad, aunque creo que sí. 
     Mi padre, Nerino Pallaoro, nació en Estación María Grande, departamento Paraná, Entre Ríos, el 3 de noviembre de 1919 y murió el 7 de diciembre de 2005. 
     Mi madre, Ascensión Argentina Cruz, nació en City Bell el 23 de mayo de 1926 y murió el 16 de octubre de 2013. 
     Yo nací en casa de la partera y doctora Margarita Chiani de Murad, en calle 70 nº 1130, entre 17 y 18, de la ciudad de La Plata, a las 22:10. Mi madre me contó que no recordaba porqué “fuimos tan lejos”. Alguna de mis tías tal vez tuvo algo que ver, no sé.  Creo que fue cuestión de unas horas y volvimos a casa, en City Bell. No a la casa en la que crecí, si no a una casita que mis padres alquilaban; me parece que estaba en calle 1 entre Pellegrini y Güemes. Cuando mis padres dejaron habitable la casa que estaban construyendo en calle 9 entre 17 y Sarmiento, nos mudamos. Yo tenía unos pocos meses. Ahí crecí, en un medio semirural, tambo, animales, quinta. De chico, tuve esa suerte. Escuché música, no recuerdo mi vida sin música. Y las primeras “lecturas”, aún sin saber leer, las historietas; me interesaba más que los dibujos los globitos que contenían signos extraños y que al comienzo imaginaba su significado, hasta que las palabras aparecieron, y hasta hoy siguen siendo misterio, ambigüedad, y algunas veces claridad que también me ha tentado. 
     A mis 13 años, faltaba, más o menos, un mes y medio para mis 14, estuve preso por algunas horas en una comisaría de Corrientes; el espíritu de época… No sé si fue por esta experiencia que me aislé un poco, siempre traté de ser cuidadoso en la calle. Lo que sí ocurrió es que me convirtiera en un lector casi compulsivo. 
     Hice radio. Escribí artículos para diarios y revistas. Dirigí una revista de poesía. Publiqué libros, cuadernos, plaquetas. Desconozco premios que me hayan otorgado, por lo que descarto que haya recibido alguno. (…) 

18/10/22

5 POEMAS AL PORTUGUÉS




Estamos bem com o frágil sol
do amanhecer

O céu, este céu, no mezanino
onde descansam nossos pés ¿Tem
luz, lá, no jardim dos ciprestes?
¿Ou é aqui que a lua
como ramo de janeiro desaparece
frente à cabeleira do mar?

Não envelhece este momento
Ou o tomas ou o deixas

Mas não envelhece

        Estamos bien con el frágil sol
        del amanecer

        El cielo, este cielo, en el altillo
        donde descansan nuestros pies ¿Hay
        luz, allá, en el jardín de los cipreses?
        ¿O es acá que la luna
        como rama de enero desaparece
        ante la cabellera del mar?

        No envejece este momento
        Lo tomas o lo dejas

        Pero no envejece


Nos dias escassos sai
com a bolsa das ordens
e penetra no bosque
Recolhe abacaxis, cascas, ramos pequenos
A bolsa em seu interior contém bolsas
                    vazias
e enche-as de madeiras
             secas
como unhas humanas
       pelos
feridas que abandona
Pensa
e regressa com suas mãos
repletas de um esplendor
que junto ao vento de outro amanhecer
                    soprará

         En los días escasos sale
        con la bolsa de los mandados
        y penetra en el bosque
        Recoge piñas, cortezas, ramas pequeñas
        La bolsa en su interior contiene bolsas
                            vacías
        y las llena de maderas
                     secas
        como uñas humanas
               pelos
        heridas que abandona
        Piensa
        y regresa con sus manos
        repletas de un esplendor
        que junto al viento de otro amanecer
                            soplará


Foge do calor das moscas
Tem uma porta de entrada
Atravessa e desaparece a porta
Tem uma exposição de pinturas
Tem um único retrato de uma artista que regressa
Para decifrá-la se senta em um tamborete
Vê seu corpo como um Buda na areia
Vê suas mãos que abraçam
Vê seus óculos grandes
Vê seus olhos escuros e belos
Não consegue sair desse lugar
Um dia verá crescer até o alto dela
e a beijará
e ficará
no centro mesmo de seu frio

        Huye del calor de las moscas
        Hay una puerta de entrada
        La traspasa y desaparece la puerta
        Hay una exposición de pinturas
        Hay un solo retrato de una artista que regresa
        Para descifrarla se sienta en un taburete
        Ve su cuerpo como un Buda en la arena
        Ve sus manos que abrazan
        Ve sus anteojos grandes
        Ve sus ojos oscuros y bellos
        No puede salir de ese lugar
        Un día se verá crecer hasta lo alto de ella
        y la besará
        y se quedará
        en el centro mismo de su frío


Não pode ficar nu
debaixo da árvore de noite
Necessita meias
uma calça fresca
uma camisa e cobrir a cabeça
porque caem 
se arrastram
bichos
na noite
uma lesma grudou na pele dele
uma aranha picou-o entre as pernas
uma gata peluda passou por seu peito
e sobre o chapéu
gotas do exprimido
Não se pode estar seguro de noite
debaixo da árvore
Como caem os bichos cai eo mundo
Nos devoramos entre nós
até que não haja mais
o que devorar

        No puede estar desnudo
        bajo el árbol de noche
        Necesita medias
        un pantalón fresco
        una remera y cubrirse la cabeza
        porque caen 
        se arrastran
        bichos
        en la noche
        una babosa se le pegó en el pie
        una araña lo picó en la entrepierna
        una gata peluda transitó por su pecho
        y sobre el sombrero
        gotas de lo exprimido
        No se puede estar seguro en la noche
        bajo el árbol
        Como caen los bichos cae el mundo
        Nos devoramos entre nosotros
        hasta que no haya más
        que devorar


Chega de olhar o jardim
babosas
bolinhas
insetos
uma barata que acabou de pisar
Matar os bichos?
É melhor irem embora
que fujam deste homem
que não os quer perto
que não deseja mirá-los
que gostaria de serem parecidos com eles
tanto
no reflexo do charco de água

        Basta de mirar el jardín
        babosas
        bolitas
        insectos
        una cucaracha que acabo de pisar
        ¿Matar los bichos?
        Es mejor que se vayan
        que huyan de este hombre
        que no los desea cerca
        que no quiere mirarlos
        que quisiera no parecerse a ellos
        tanto
        en el reflejo del charco de agua


En este enlace el sitio de Antonio Miranda. Gracias 
http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/argentina/JOSE%20MARIA%20PALLAORO.html

11/10/22

X EDICIÓN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL VAPOESÍA ARGENTINA



X EDICIÓN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL VAPOESÍA ARGENTINA

Festival Internacional VaPoesía Argentina - Literatura e Inclusión / Directores: Marta Miranda y Ricardo Rojas Ayrala / Asistente de Producción: Noelia Andía -Patrcia Djamkotchian / Producción: Marcela Padlvaski / Arte: Sergio Aballay

Desde su primera edición en el año 2013, este festival poético está destinado a niños, jóvenes y adultos de barrios y comunas alejadas de los centros urbanos y/o en situación de riesgo social. Haciendo eje en la responsabilidad social que tiene cada uno de nosotros en tanto ciudadano, creemos que los escritores no pueden estar al margen de la misma y por lo tanto pensamos una actividad en la cual los mismos desde su labor artística, asuman la responsabilidad y el compromiso con el resto de la comunidad compartiendo su oficio para que constituya una herramienta de inclusión y un incentivo para estos niños, adolescentes y adultos que participan de las actividades. Para ello trasladamos a escritores locales y extranjeros invitados especialmente para la actividad, a escuelas, centros de detención, comedores comunitarios, refugios y poblaciones originarias. Desde esta perspectiva la literatura se transforma en una herramienta más para la inclusión social llevándola hasta aquellos lugares con menores posibilidades de acceso a ésta experiencia. La palabra es nuestro medio de socialización y de comunicación con los otros. La escritura también lo es de una manera poderosa y vital, pues nos permite desde la intimidad de la reflexión, acceder a nuestros pensamientos más profundos y posteriormente compartirlos con el otro. La idea de transformar la literatura en herramienta de inclusión social va de la mano de estas ideas porque todos, en todos los estratos sociales y geografías, tenemos algo para decir. Si esto mismo nos lo dice una persona que hace de su escritura su vida, esta frase tiene un significado poderoso y movilizador. Llevando a los trabajadores de la palabra a estos encuentros, VaPoesía crea el espacio para que la comunicación y la magia sucedan.
VaPoesía Argentina forma parte del Corredor Cultural Poesía en Tránsito, que hermana festivales de similares características en los países de México, Costa Rica y España.


José María Pallaoro, poeta participante 
de la X edición del Festival Internacional VaPoesía Argentina

JOSÉ MARÍA PALLAORO nació en City Bell / La Plata en 1959. Fundó y dirigió la revista de poesía El espiniyo. Editor de Libros de la Talita Dorada. Coordina en La Plata y en City Bell talleres de lectura y escritura creativa. Administra, entre otros, los blogs poéticos literarios Aromito, Poesía La Plata, Poesía y Política, Poesía City Bell. En dos blogs personales (El sol de una mejor oportunidad y Los ojos) podemos leer parte de su trabajo como poeta y escritor. Publicó plaquetas, cuadernos y más de diez libros de poemas. Algunos títulos editados: Antología breve (2016); El flautista de City Bell (2015); Son dos los que danzan (2005 y 2012; traducido al italiano y esloveno: Sono due quelli che danzano / Ples v dvoje, edición bilingüe, editado por Mediterránea, Centro di Studi Inerculturali, Dipartimento di Studi Umanistici, Università di Trieste, Italia, 2013). Correo-e: jmpallaoro@gmail.com 
/ Foto: Delfina Lascano Vedia


POEMAS JOSÉ MARÍA PALLAORO

Estamos bien con el frágil sol 
del amanecer

El cielo, este cielo, en el altillo 
donde descansan nuestros pies ¿Hay 
luz, allá, en el jardín de los cipreses?
¿O es acá que la luna 
como rama de enero desaparece 
ante la cabellera del mar?

No envejece este momento
Lo tomas o lo dejas

Pero no envejece


En los días escasos sale 
con la bolsa de los mandados 
y penetra en el bosque 
Recoge piñas, cortezas, ramas pequeñas
La bolsa en su interior contiene bolsas 
vacías
y las llena de maderas
secas 
como uñas humanas
pelos
heridas que abandona
Piensa 
y regresa con sus manos 
repletas de un esplendor 
que junto al viento de otro amanecer 
soplará


Huye del calor de las moscas
Hay una puerta de entrada
La traspasa y desaparece la puerta
Hay una exposición de pinturas
Hay un solo retrato de una artista que regresa
Para descifrarla se sienta en un taburete
Ve su cuerpo como un Buda en la arena
Ve sus manos que abrazan
Ve sus anteojos grandes
Ve sus ojos oscuros y bellos 
No puede salir de ese lugar
Un día se verá crecer hasta lo alto de ella
y la besará
y se quedará 
en el centro mismo de su frío


No puede estar desnudo 
bajo el árbol de noche 
Necesita medias 
un pantalón fresco 
una remera y cubrirse la cabeza 
porque caen  
se arrastran 
bichos 
en la noche 
una babosa se le pegó en el pie 
una araña lo picó en la entrepierna 
una gata peluda transitó por su pecho 
y sobre el sombrero 
gotas de lo exprimido
No se puede estar seguro en la noche 
bajo el árbol 
Como caen los bichos cae el mundo 
Nos devoramos entre nosotros 
hasta que no haya más 
que devorar 


Basta de mirar el jardín 
babosas 
bolitas 
insectos 
una cucaracha que acabo de pisar
¿Matar los bichos? 
Es mejor que se vayan 
que huyan de este hombre 
que no los desea cerca 
que no quiere mirarlos 
que quisiera no parecerse a ellos 
tanto 
en el reflejo del charco de agua 


Mis poetas favoritos

     Una tarde, en la cama, me preguntaste cuáles eran mis poetas favoritos. Me quedé pensando, un instante largo. Luego, miré nuestros cuerpos, mi pecho pegado a tu espalda, te abracé, besé tu cuello, y te fui diciendo mis poetas favoritos, te los decía al oído, muy suave te los decía, “ayudame” te pedí, y pasaste tu mano por entre mis piernas, y me moví, despacio me moví, los dos curiosos, suspirando y jadeando, por mis poetas favoritos, hasta inundar la tarde con sus versos, y los nuestros que se escribían en ese atardecer, ahora 


La enredadera

Las rejas desaparecen

Es indudable que ese jazmín crece
para recordarnos
que la belleza es
aún posible

Dentro de pocos días
sus flores perfumarán

la intimidad de esta habitación
donde consumo mis horas

en busca de un tesoro que no encuentro
y que no sé si existe

8/10/22

Canción




Canción

Estuve fuera de casa 
caminando por calles de tierra y asfalto
En estos días
en estos días me puse a pensar 
acerca de las cosas que nos unen 
y las que nos separan
Pero hay algo extraño en todo esto
hace un rato te conocí 
y charlamos y charlamos 
lo que tal vez mañana nos reencuentre
Sé -es muy difícil arriesgarse en estos días
en estos días seguiré caminando hasta encontrarte 
o decidas escribirme -en eso quedamos 
antes de conocernos y decir 
no perdamos el tiempo
Lo estuve perdiendo en todos estos días
y ahora que te encontré -en estos días
en estos días -vuelve pronto. 


“Canción”, City Bell, 7-10-2014 / A partir del tema de Jackson Browne, “These Days” / Foto: Cuaderno cuadriculado y birome negra, jmp / 


8/8/22

LECTURA EN MIS POETAS CONTEMPORÁNEOS domingo 14 de agosto a las 20 horas


LECTURA EN MIS POETAS CONTEMPORÁNEOS

Domingo 14 de agosto a las 20 horas

 

Con Gustavo Tisocco,

Laura Fuksman, Tina Elorriaga,

Águeda Franco y José María Pallaoro

12/4/22

EL ESPINIYO revista de poesía de las cuatro estaciones en AHIRA (Archivo Histórico de Revistas Argentinas)

Soledad Quereilhac y José María Pallaoro


EL ESPINIYO revista de poesía de las cuatro estaciones 
en AHIRA (Archivo Histórico de de Revistas Argentinas) 


*
     El Espiniyo. Revista de poesía de las cuatro estaciones publicó seis números entre 2005 y 2007. Dirigida por el poeta y periodista cultural José María Pallaoro, y editada por el sello Libros de la talita dorada, buscó ser un espacio de reunión y de circulación de la poesía en las ciudades de La Plata, City Bell y sus alrededores. Sin adscribir “a ningún grupo, movimiento o poética” ni a “ninguna capilla literaria” –como señaló Pallaoro en la presentación de la revista, en la Biblioteca López Merino–, El Espiniyo buscó publicar a poetas noveles y consagrados, y llegar a un público algo más amplio que a los habituales lectores de poesía. Sus ejemplares se exhibían en los quioscos de diarios y revistas, junto con las publicaciones “sobre pesca, tejidos de invierno, mecánica del automóvil, decoración, autoayuda”, como celebró Raquel Sinelli en el mismo evento de la presentación.

     Interesada por los poetas platenses, pero abierta también a otras firmas argentinas y de la región, la revista solía incluir una larga entrevista a un o una poeta, acompañada por textos por lo general inéditos. La elección de su nombre, que remite a una planta autóctona pero también al poema “El espinillo”, de Edgar Bayley (que funciona como la Editorial del número 1), así como la pequeña intervención gramatical que reemplaza la “ll” por la rioplatense “y”, sintetizan esa apuesta de la revista por la cultura vernácula.

     En su último número doble, se incluyó un homenaje a una de sus permanentes colaboradoras, la lingüista, traductora y poeta Irina Bogdaschevski, quien tradujo ensayos y poemas del ruso, y publicó sus propios textos. El material de la revista se completaba con una gran cantidad de poemas inéditos, ensayos críticos escritos por periodistas culturales y egresados de la carrera de Letras, reseñas de libros y un correo de lectores. Colaboraron en El Espiniyo con variada frecuencia Néstor Mux, Horacio Fiebelkorn, Guillermo Pilía, Alejandro Fontenla y Matías Fittipaldi, entre otros.

     Agradecemos al ex director de El Espiniyo, José María Pallaoro, su gentil préstamo de los ejemplares para la digitalización.

Presentación de la revista
Soledad Quereilhac

El Espiniyo
Director: José María Pallaoro
Editor: Libros de la Talita Dorada
Consejo de redacción: César Cantoni y Néstor Mux (sólo en nro. 2)
Secretaria de redacción: Margarita Torres (sólo en nros. 5-6)
Lugar de edición: City Bell, La Plata, Provincia de Buenos Aires
Fecha de publicación: otoño de 2005-otoño de 2007
Cantidad de números: 6 (números 5 y 6 se publican juntos)
Dimensiones: 28 x 20 cm
Páginas: entre 24 y 40
Digitalización: Soledad Quereilhac

29/1/22

José María Pallaoro en revista Cultura Argentina enero de 2022




Blog
Aromito 

Escribí en junio de 2008: “El espiniyo se hizo AROMITO. Es una buena manera de decir que El espiniyo se toma un descanso. Hasta nueva ventura la revista de las cuatro estaciones como buena hermanita mayor compartirá poemas, libros, artículos, ensayos, sueños, ideas. “Un árbol sin hojas que da sombra” dijo Gelman de la poesía. Nace pequeña la sombra del AROMITO, tal vez. Pero crecerá, seguro, porque todo lo que se hace con amor, pasión, crece como "cielo o piel, silencio o verdad". Ojalá que los lectores, los amigos, nos acompañen”. En ese número cero de junio de 2008 homenajeamos a las MADRES, y también decíamos: “Sabemos que la democracia en nuestro país está amenazada (algunos no lo quieren ver así). No hacemos la vista gorda (o la vaca, en este caso) de lo que nos pasa. Los que más tienen quieren tener más. Y no es justo. La poesía y los poetas nunca han sido ajenos a la realidad, por eso muchos han entregado sus vidas intentando transformarla. ¿Es necesario que mencione a Bustos, Favero, Santoro, Urondo, algunos de nuestros más queridos compañeros poetas asesinados o caídos combatiendo a la última dictadura militar?”. 
Pasaron los años, y la situación es similar. Los grupos financieros a través de sus medios de “comunicación” desestabilizan la democracia, quieren domesticarla, nos colman de noticias falsas, nos quieren sumir en el desencanto y la derrota. 
Demasiado dolor en estos últimos años. En la primer pandemia que fue el macrismo. Las segunda a punto de cumplir dos años. Demasiadas pérdidas. Los cuerpos, los nuestros, que generan enfermedades. 
AROMITO intentó continuar a El espiniyo, no fue así. Se convirtió en un espacio que se nutre de mis lecturas, la de mi biblioteca. Tipeo (salvo algunas salvedades) los textos que leo en libros, plaquetas, cuadernos, revistas, suplementos… Cientos de esos textos “subidos” por primera vez a internet. Subo una pequeña parte de mis lecturas (que también nutren a otros blogs: Poesía La Plata, Poesía y Política, Poesía City Bell, Lo de Pallaoro, Mundo despierto, Libros de la talita dorada…; dos blogs personales, Los ojos y El sol de una mejor oportunidad). 
Hay más para contar, ni el momento ni el contexto me lo permite. Ojalá puedan visitar AROMITO, una parte de mí vive, habita ese espacio-hogar.


POEMAS

Laberinto
 
     No hay laberintos por elevación. Escribir es la única salida.


*
Arriba, lo real
Abajo, lo irreal

¿Y en el centro?
La red

donde yo te pesco
donde vos me pescás

donde el inmenso pájaro piensa
si caer sobre los dos

si dejarnos vivir abrazados aquí
en esta brisa que nos enciende


Ella escribe en la playa, escribe 
en su cuaderno de arena
Escribe indiferente 
a la marea que sube, 
a la marea que baja, escribe 
con sus piernas entrelazadas 

hasta que el atardecer no está 
y la noche amiga con su pelo 
En ese instante, se levanta y se va 
sin el cuaderno de arena, vuelve, 
vuelve a su casa, a cobijarse 
colmando de palabras 

mi corazón


Por el sendero de piedras 
camina 
lo que existe y su realidad 

En un banco junto a la pared de hiedra 
cerca del sauce y de la glicina 
y del membrillero frutado de insectos

la contemplación 

se plena de ternura 

y
has llegado


Las tacuaritas azules unen 
sus picos en la rama alta
y se dejan caer 

a la humedad de la lengua 
al gemido de las palabras 


En los días escasos sale 
con la bolsa de los mandados 
y penetra en el bosque 
Recoge piñas, cortezas, ramas pequeñas
La bolsa en su interior contiene bolsas 
vacías
y las llena de maderas
secas 
como uñas humanas
pelos
heridas que abandona
Piensa 
y regresa con sus manos 
repletas de un esplendor 
que junto al viento de otro amanecer 
soplará


Una mariposa en la máquina de coser 
con techo de corteza de árbol apolillado 
En lo azaroso una pava que fue y adorna 
la puerta del gallinero entrampada 
con la glicina y el ligustro 
y la manzanilla y los sillones 
y el sillón 
en el que sentado observo
una mariposa que ya no está


Huye del calor de las moscas
Hay una puerta de entrada
La traspasa y desaparece la puerta
Hay una exposición de pinturas
Hay un solo retrato de una artista que regresa
Para descifrarla se sienta en un taburete
Ve su cuerpo como un Buda en la arena
Ve sus manos que abrazan
Ve sus anteojos grandes
Ve sus ojos oscuros y bellos 
No puede salir de ese lugar
Un día se verá crecer hasta lo alto de ella
y la besará
y se quedará 
en el centro mismo de su frío


De Bajo la sombra del sauce, City Bell, enero-febrero de 2020, inédito 
(dos semanas antes del inicio de la pandemia)

*


La palabra escrita
 
     En el peligro de este mundo, en la maraña más oscura, en los labios incansables, abres tus piernas y me devoras. 


6/1/22

La partida




La partida

te vas a quedar solo 
pensalo bien 
no sea cosa que a la tarde 
entres a tu anochecer 
y cierren la puerta 
de la casa que habitaste 
hasta ahora 

o no lo pienses 
quedate solo 
sin luna y sin estrellas 
a la vera del camino 
que no sabés adónde va 

a nada bueno seguro 
da el primer paso 
y el segundo 
                      es la partida 
el atravesar hacia ningún lugar 


City Bell, 6 de enero de 2022, 1/2día 

2/1/22

Poemas inéditos en Calibán




POEMAS DE JOSÉ MARÍA PALLAORO 


City Bell, 19 de noviembre de 2021, inéditos


No recuerdo el tiempo en que ingresé a esta prisión 
Yazgo solo en una pieza diminuta 
Cuando duermo los desconocidos abandonan comida 
y elementos para el aseo y un lápiz y un cuaderno de hojas blancas 
que cubro de palabras y dejo cerca de la puerta 
Cuando despierto veo el nuevo cuaderno, y un lápiz 
que me permitirá, creo y deseo, escribir lo callado 


¿Y si no me fuera permitido 
decir las palabras que quisiera? 
¿Las dejaría 
en mi pensamiento 
solas
abandonadas
sin sentido
sin voluntad de hacerse sombras 
en la página? 


Pide nada, o sea, pide en silencio lo que necesita 
Ahora en su necesidad complacida se pone las medias equivocadas 
Desde sus pies legibles crecen 
sus piernas, sus muslos, sus pechos, sus ojos 
Hermosa vos en el instante de las innecesarias palabras 


Algunos de sus dichos 
quisiera recordar, pensó 
O lo dijo en una voz tan baja 
y tan incomprensible 
que apenas pudo guardar 
en un recóndito lugar de su cabeza 
Ahí, en la que ahora se golpea 
en el intento de que caiga 
alguno de sus dichos 
alguno de esos 
que nunca la lastimaron 


Lo miró como a un extraño 
Sin embargo los últimos años 
convivieron juntos 
en la misma casa 
sin espejos en que reflejarse 
sin vislumbrar siquiera que son dos desconocidos 
que no se aguardan 
que no se esperan 
que están ahí 
uno dentro del otro 
ocupando el mismo espacio 
que siempre está vacío 


Dormíamos en el oasis 
Al despertar no te encontraba 
Amanecía en una ciudad sin nombre 
Caminaba sus calles 
Visitaba lugares 
Un parque 
Una iglesia 
Entraba 
Y veía los bancos desiertos 
Las velas sin luz 
Dormíamos en el oasis 
Y al despertar no te encontraba